Nos habéis escrito varias veces preguntándonos cómo hacemos para furgonetear cuando llueve. La verdad es que cuando estamos de vacaciones es una auténtica lata que llueva, estés de furgoneteo, de hotel o de apartamento, para qué nos vamos a engañar. Lo que hay que hacer es buscar el lado bueno a las cosas y no desesperarse; al fin y al cabo es lluvia, no ácido. Y si has llegado a Holanda o Inglaterra, no te vas a pasar tus vacaciones encerrado en la furgoneta. Hoy os vamos a contar cuál es nuestro equipo furgonetero para la lluvia.
Actitud positiva
Lo más importante es la actitud. Si le pones ganas, aunque llueva, te lo vas a pasar bien; puede que no estés tanto rato en la calle, que no puedas hacer todas las fotos que te gustaría y que no te puedas sentar en una terraza a tomar un café. Pero el paseo lo puedes dar aunque sea más corto, las fotos las puedes hacer a cubierto o comprándote una funda para la cámara y en vez de sentarte en una terraza te puedes tomar algo en un bar. Y si vas con niños, pues es lo mismo, aunque ya se sabe que si hay charcos no nos va a quedar otra que marcarnos un «singing in the rain». Nosotros tenemos claro que saltar en los charcos durante la infancia es obligatorio para ser un adulto equilibrado.
¿Y qué es la segunda cosa más importante para marcar la diferencia?: pues el equipamiento que lleves. Desde que nació Éire y según vamos quemando etapas, siempre, siempre, siempre tenemos en la furgo ropa infantil para la lluvia.
Cobertor para el portabebés
Cuando hicimos nuestra primera escapada medianamente larga con Éire, decidimos irnos al País Vasco y pasamos allí dos semanas. Llovió prácticamente todos los días y de manera bastante intensa. Fue la primera y última vez que nos llevamos el cochecito de paseo; tenía que ir todo el tiempo con el plástico puesto y nos daba la sensación de que estaba apartada; no le podíamos hablar ni tocar siempre que queríamos y eso no nos gustó.
Ya entonces utilizábamos un portabebé ergonómico, en concreto un elástico de la marca Boba Wrap. Pero llovía tanto que no la podíamos portear, así que buscamos por internet y acabamos encontrando la tienda Kaboo de Bilbao que en un par de días nos podía conseguir un cobertor para la lluvia y el frío de la marca MaM Design. Con un bebé que no camina, no necesitas más equipamiento.
Chubasqueros plegables
Desde entonces hemos ido añadiendo ropa infantil para la lluvia que dejamos siempre en la furgo en el armario que hay sobre los asientos. Para nosotros básicamente son unos chubasqueros plegables, alguno incluso de propaganda. Y para Éire llevamos un chubasquero que se pliega y se guarda en un bolsito de Mickey Mouse perfecto para que ella lo pueda llevar y en el que además suele meter algún juguete.
Pantalones de agua
El chubasquero no puede estar completo sin unos buenos pantalones de agua. Los primeros pantalones de agua que tuvo eran de Decathlon y como ya os contamos hace tiempo, nos resultaron muy útiles.
Petos de cuerpo completo
Pero estos pantalones tenían una pega: no abrigaban nada y para bajas temperaturas no nos servían. Así que cuando cacharreando por internet nos encontramos con la marca Amphibia Kids nos pusimos en contacto con ellos para que nos asesoraran y le compramos a Éire un peto perfecto para correr, saltar y rebozarse en cualquier superficie. Pasaos por su página y no os perdáis los vadeadores tanto de niño como de bebé que llevan botas de agua y patucos incluidos. Simplemente geniales.
Botas de agua y paraguas
Y para terminar con el equipo furgonetero para la lluvia, obviamente, no pueden faltar las botas de agua y un paraguas. Las chicas llevamos botas siempre, pero papá prefiere unas botas de monte impermeables y listo.
Plan B
¿Y qué pasa si se te olvida algo? Pues a improvisar toca, que es algo que se nos da de miedo a todos los furgoneteros y a todos los padres del mundo. El verano pasado tuvimos una boda en Pontevedra y no se nos ocurrió pensar que nos podía caer encima el diluvio del siglo. No nos preocupamos, llevábamos de todo para mantener a Éire seca; todo, menos las botas de agua, así que la pobre acabó recorriendo la ciudad con ropa de agua pero con zapatitos de vestir. No pasa nada, se moja un poco y se le seca en cuanto se pueda.
Y si se os ha olvidado todo menos las botas pues siempre podéis hacer como nuestro cuñado que forró a su chiquitina con papel transparente de cocina.
Así que en resumen, lo que no puede faltar en la furgo para los días de lluvia es:
- Un cobertor impermeable para el portabebé.
- Chubasqueros plegables para toda la familia que caben en cualquier rincón de la furgo.
- Pantalones o petos de agua para los peques.
- Paraguas.
- Botas de agua
- Muchas ganas e imaginación para cuando se te ha olvida algo.
Y vosotros, ¿tenéis equipo furgonetero para la lluvia o algún recurso que queráis compartir? Contádnoslo en los comentarios.
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Simplemente genial!Comparto totalmente el que a los más peques hay que dejarles hacer esas cosas que tanto les gustan aunque a veces no nos venga bien que se mojen o se manchen, como saltar en los charcos, jugar en el barro, pintar con pintura de dedos, guarrear en la cocina y el básico de saltar en la cama!!!
jajajaj Lo que más me ha gustado ha sido lo de la actitud positiva. jajajaj Un abrazo!!
Que haya llovido es estupendo, aquí en España que a veces llueve poco, qué ganas tengo de que chapoteen!! Para el próximo invierno!! Yo siempre he salido a la calle aunque hubiera tormenta me encanta 😀
Es estupendo que pongamos a mal tiempo buena cara. Eso de quedarse en casa con la mantita y el saco térmico es una opción, pero el mundo está para descubrilo, contra viento y marea.
Un saludo