Si algo nos ha entusiasmado de Holanda es que los niños están totalmente integrados en el día a día de la vida de sus ciudadanos. Y vosotros pensaréis que menuda obviedad, que los niños también son ciudadanos. Ya, eso está claro. Pero ¿de verdad nos resulta fácil el día a día a nosotros en España? ¿Cuántas veces habéis salido a comer a un restaurante, habéis pedido una trona para la criatura y os han mirado como si estuvieseis reclamando un cohete de la NASA? ¿Cuántas veces habéis necesitado cambiar el pañal del bebé y habéis tenido que hacerlo sentados en la taza del wc con la cabeza del niño colgando, sujetando el pañal limpio con la boca, las toallitas bajo la barbilla y al final habéis acabado con un trofeo de mierda, sí, de mierda, en vuestra ropa?
Y eso por citar lo que son necesidades básicas, es decir, comer y cambiar culos. Ya no hablo de tener una zona de la cafetería o del restaurante o del museo, la farmacia o el dentista para que los niños puedan jugar, pintar o leer. Y algunos me dirán que si quiero que mi hija juegue, pinte o lea, que me quede con ella en mi casa o me la lleve a una ludoteca. ¿Por qué no podemos combinar el que los padres nos podamos tomar una caña o una café o lo que nos venga en gana con que el niño esté jugando en el mismo recinto, sea cual sea? ¿Por qué no podemos escoger entre quedarnos en casa, ir al parque, a la ludoteca o a la cafetería o restaurante? En realidad la pregunta es ¿por qué nos cuesta tanto incluir a los niños en muchas de las actividades diarias?
En Holanda no ha habido lugar público en el que no hayamos podido hacerlo. Cuando hemos necesitado cambiar el pañal, hemos tenido un cambiador en perfecto estado. Y si no había cambiador, nos han mostrado un lugar para hacerlo sin necesidad de pasarle por las narices la caca de nuestra hija al resto de usuarios. Cuando hemos pedido una trona, ahí estaba la trona. Nadie te miraba con cara de «ya está la/el madre/padre de turno exigiendo chorradas». Esto es lo que hay, y allí lo ven así. En las mesas de las cafeterías hay servilletas y en los baños cambiadores de bebés. Tan necesario lo uno como lo otro.
Entrar en los cafés y restaurantes no nos suponía ningún problema. Sabíamos que íbamos a estar a gusto nosotros y Éire. Nosotros íbamos a tomarnos algo tranquilamente y Éire no se iba a aburrir. En algún lugar del recinto iba a haber una zona en la que ella iba a poder sentarse en el suelo sin molestar a nadie, pintar o jugar. Y también aquí cabe la puntilla de que lo que queremos es que la niña no nos de el coñazo mientras nosotros estamos a lo nuestro. No señores. No se trata de eso. Se trata de incluir a los niños en todas las facetas de la vida cotidiana. A mi me parece muy agradable tomarme un café y hablar de la metafísica de Kant, (vale, de eso no: sustituyamos Kant por la Pantoja y metafísica por copla), pero a la niña le apetecerá tomarse un zumo y jugar a cocinitas. Si la niña corre entre las mesas o chilla o hace cualquier cosa que pueda molestar a los demás, o bien intento que no lo haga o bien, ahora sí, es momento de irnos a correr al parque y desfogar.
Por eso desde aquí, desde este humilde blog familiar, instamos a los dueños de cafeterías y restaurantes, a los gestores de los museos y a todo aquel que tenga algún tipo de responsabilidad a la hora de organizar los espacios de los sitios públicos que piensen no solo en los adultos, sino también en los niños. Que poner una trona no es tan caro. Miren esta, buena, bonita y barata y además se puede apilar. Y un cambiador aunque sea sobre la taza del wc, que no ocupa nada, como este. Y ya, si se animan y se ven envueltos en una vorágine de amor a la infancia o simplemente se imaginan su local los viernes lleno de padres y madres reunidos alrededor de unas tapas, les muestro ideas para organizar una zona de juegos aunque sea pequeñita.
Y vosotros, ¿conocéis algún sitio que no sea específico para ir con niños en el que sin embargo nos lo pongan agradable y fácil? Contadnos, contadnos.
Me ha encantado tu post, pienso igual que tu, acaso los dueños de los bares, restaurantes, museos…. no tienen hijos?? por qué se empeñan en ponerlo tan difícil con lo fácil que es? Hagamos este mundo mas accesible y preparado para disfrutar toda la familia. ;))
http://pequekangura.blogspot.com.es/
Gracias. Yo creo que esto es algo que nos pasa a todas las familias. La infraestructura deja mucho que desear, aunque sí es verdad que poco a poco las cosas van cambiando.
Un abrazo.
Pero en España parece que los niños molestan, y que si tienes hijos te vas al parque, porque el resto de la gente no tiene porque aguantarte…. Eso mismo lo he llegado a leer yo 🙁 Al revés, aquí se piden hoteles libres de niños, aviones y trenes solo para mayores de 18 años ¡estamos locos! En vez de integrar al niño lo discriminan, porque lo entienden como algo molesto 🙁 Menuda diferencia… así nos va… Como me gustaría mudarme de país y que mi niña no creciera aquí 🙁
Pues sí. Yo también he oido eso de que si quieres viajar lo hagas en tu coche y no en tranportes públicos. Los niños molestan y hasta que no cambie la mentalidad no cambiará todo lo demás. Pero hay que tener esperanza. 🙂
Muchísimas gracias por visitarnos.
Es que Holanda es lo mejor de lo mejor, también para los animales, que los dejan entrar en los restaurantes, muchas veces tienen ellos a sus perros y gatos por ahí, e incluso en algunas partes tienen menú gatuno y perruno.
También es que en Holanda los niños son de otra forma, los colegios no tienen vallas altas porque simplemente no se escapan. Eso es la educación.
Allí la gente es extremadamente cortés, son muy distintos a nosotros.
Sí, en casi todas las cafeterías y restaurantes hemos visto el cuenquito de agua para las mascotas. Y en Amsterdam era raro el sitio que no tenía su gatito paseándose entre los clientes. Muy curioso.
Gracias por visitarnos!
Aqui en Escocia es lo mismo. Llegue a pensar que lo de tener tronas y cambiadores en todos los espacios publicos era por ley, porque no falla.
Los que se quejan de que los crios le estorban deberian de entender que es mucho mas dificil lidiar con ellos en una cafeteria si solo van una vez cada varios meses que cuando se lo pones facil y crecen conociendo esos espacios.
Qué bueno. Debería haber una ley, sí. El problema es que hay que gente que considera que los niños son ciudadanos de segunda a los que hay que apartar e ignorar. Qué cruz.
Gracias por visitarnos. No conocíamos tu blog y nos encanta. ¿Podemos añadirlo a nuestra lista de blogs?
Un abrazo.
Hola, sigo vuestro blog hace tiempo, sobre todo porque me da mucha envidia el poder salir por ahi con una california que de momento no podemos tener.
Esta entrada, solo la entendemos los que tenemos hijos y a los que nos parece igual de logico un cambiador en un baño que un lavamanos. Bricoleando, seria sencillisimo de hacer y no ocuparia nada, en nuestra ciudad solo los he visto en centros comerciales.
El tema de zonas infantiles, sobre todo lo veo en establecimientos donde lo han sufrido, vamos que han tenido niños hace poco. Por ejemplo en un par de tiendas de bicis lo tienen, para mi es una gozada poder ir con el enano y estar tranquilo hablando mientras el juega, de hecho quiere entrar cada vez que pasamos..
Aqui conozco un bar en un centro comercial con parque y hay un par de sitios en el extraradio, hay que coger coche, con unas instalaciones grandes de este tipo, con hinchables, parque, camas…. y se llena sobre todo con lluvia, ahora que algunos padres…. pasan la tarde con un cafe y esto también hace que la gente no se anime.
En general en este pais estamos muy por detras en cuanto a esto, pero lo mismo ocurre en la llamada conciliación de la vida laboral y familiar, que deja mucho que desear.
Animo con el blog, me gusta leeros y ver que con los enanos se disfruta mas (casi siempre)
Gracias!! Yo espero que poco a poco lo habitual sea que los niños tengan su espacio en los locales de ocio. Y sí, tienes razón en lo de que muchos padres se tiran toda la tarde con un café y eso tampoco es plan. Tenemos que cambiar todos de mentalidad.
Un abrazo fuerte y esperamos que una California o similar esté pronto en vuestra familia.
Acabo de descubrir este blog y me está encantando. Tras leer esto, no podía dejar de comentar.
Estoy de acuerdo con que en España queremos apartar a los niños de la vida cotidiana. La trona aún se puede encontrar en algunos sitios (con suerte, tienen una o dos, como se junten tres niños uno tendrá que aguantarse) pero lo de los cambiadores es imposible salvo en centros muy grandes. Es lo único que me echa para atrás a la hora de salir con el niño, porque a ver dónde le cambias. Y evidentemente no lo vas a hacer en la cara de quien se esté tomando una caña, claro está.
Pero es que, además, estas pequeñas cosas demuestran una falta de inteligencia de los responsables de bares y restaurantes. Hay tronas que cuestan 15 euros, y un cambiador no creo que cueste mucho más y apenas ocupa espacio para el servicio que hace. Con esas dos tonterías te aseguras que padres y madres, con sus amigos (sean padres o no) van a ir a beber/comer a ese sitio y no a otro y que, además, si el niño pide un zumo o un resfresco o algo de comer se lo van a dar sin pensar, por lo que aumenta el consumo. Y los padres vamos en manada si algo es bueno, con lo que es un marketing estupendo.
Hola Patricia. Muchísimas gracias por leernos y por comentar. Estamos encantados de que te guste el blog. Que te digan estas cosas anima mucho.
Estamos totalmente de acuerdo contigo en todo. La inversión en una trona o un cambiador es mínima en comparación con lo que van a ganar después. La cosa va lenta. A nosotros el otro día, en un restaurante de Lavapies nos ofrecieron sentar a Éire sobre un par de guías de teléfono. Incomprensible. El restaurante nos encantó, la relación calidad-precio era muy buena, pero la incomodidad nos lleva a no repetir y mucho menos recomendar. Es una pena.
Esperamos que sigas leyéndonos y que te sigan gustando nuestras entradas.
Un abrazo.
Estoy totalmente de acuerdo contigo! Hay tronas para bebés muy baratas, y cambiadores aún más… ¿Tan difícil es colocar una trona?
Aún así, y aunque yo soy madre y estoy totalmente de acuerdo contigo, creo que a veces hay padres que son muy maleducados en los restaurantes. Yo he estado en algún restaurante con un niño o niña de otra mesa sentado en la mía y pidiéndome comida de mi plato.. mientras sus padres charlaban sin prestar atención durante horas! Esto tampoco es normal, hay que ser muy respetuosos y conscientes cuando vamos en restaurantes con los peques 🙂
Eva
Hola Eva. Estamos de acuerdo, no es tan difícil. Y lo de sufrir con los niños de otros pues pasa a veces. Pero maleducados (y hablo de los padres) los hay en todas partes vayan o no con niños.
Un saludo y gracias por pasarte por aquí.
Siiii!! En Holanda se tiene en cuenta a los niños y por eso los que no los tenemos y vamos a un restaurante donde sí los hay, comemos tambien tranquilos ya que los niños estan a gusto y entretenidos y no se dedican a correr,gritar y molestar al resto.
Tambíén creo que en España muchos padres «pasan» de sus hijos cuando van a un restaurante y no les dejan claro lo que pueden y no pueden hacer alli y claro, nos amargan la velada a los demás.
Educación y medios.
Los niños no dejan de ser niños pero su padres tienen que educarles.