A Pamplona hemos de ir

Era la primera vez que vivíamos los Sanfermines por el día, con ritmo y horario de niño. Hasta ahora siempre habíamos ido en plan nocturno, de juerga. Pero todo cambia, y este año tocaba presentarle las fiestas a la peque.

Llegamos el 6 de julio, el gran día, el del chupinazo. Decidimos aparcar en el aparcamiento más céntrico, el de la Estación de Autobuses, para tener la furgo a mano y a buen recaudo. Eso sí, preparad la cartera para la hora de salir, suben los precios para las fiestas. Para el que quiera, hay aparcamientos gratuitos en los alrededores, con autobuses lanzadera cada muy poco hasta el centro.

Quedamos con unos amigos que con dos niñas y un embarazo de ocho meses son expertos en eso de vivir la fiesta en modo infantil. De entrada, el chupinazo no se ve en la Plaza del Ayuntamiento, (eso es para gente con muchas ganas y poco miedo), sino en alguna de las pantallas que hay por la ciudad. Nos fuimos al Parque de Antoniuti y aunque había bastante gente, era soportable. Éire iba en portabebé, no en carrito, lo que nos vino muy bien, porque las masas de gente son constantes.

Con niños hay que moverse evitando las aglomeraciones de borrachos (se les ve y se les huele enseguida), porque tienen poca estabilidad y pueden darte un empujón. Y no queremos sustos ni disgustos. Las zonas más céntricas de Lo Viejo hay que evitarlas salvo a medio día, cuando todos están comiendo y las calles se despejan. Entre semana la cosa se relaja, pero el fin de semana es terrible.

La peque disfrutaba del ambiente, de todo lo que veía, en especial de los globos, a 5 eurazos la pieza. Además en Sanfermines hay planes especialmente pensados para los chiquitines de la familia.

Venta de globos en San Fermín

Los globos, a 5 euros cada uno

No se puede eludir la cita con los gigantes y cabezudos. Un ejército de padres y niños sigue a la comparsa en su recorrido por las calles de Pamplona. Al principio algún peque se asusta, pero en cuanto empiezan a bailar al son de la música, le pillan el gusto. Hay que consultar el  recorrido, porque es diferente cada día.

La Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Pamplona

La Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Pamplona

Por la mañana (11.30 a 14.00h) y por la tarde (18.00 a 21.00h) hay actividades infantiles en la Plaza del Conde de Rodezno. Allí estuvimos casi dos horas y no pudimos abarcarlo todo. Hay teatro de marionetas, zona con arena, circuito de coches, hinchables, talleres… Hay actividades para todas las edades.

Hacia las 17.00 h en la Plaza del Ayuntamiento, las mulillas, (los caballos que sacan a los toros de la plaza al acabar la corrida), están disponibles para que los niños se suban a ellas, durante media hora, cuando salen desfilando hacia la plaza de toros. Padres y niños hacen cola para fotografiarse sobre los animales. Éire estaba en plena siesta, así que no vio nada de nada. Una pena, porque le encantan los caballos.

Para dormir huimos de la ciudad. Los aparcamientos (gratuitos o de pago), están llenos de coches con visitantes que duermen en ellos una o varias noches, así que no puedes asegurarte la tranquilidad en ninguna parte.  Preferimos alejarnos unos kilómetros y dormir en el Robledal de Orgi, un bosque bien cuidado y acondicionado, ideal para ser visitado con niños: senderos fáciles, muy llano, con sombra…Dimos un paseo corto con la peque, a última hora, que disfrutó estudiando a un enorme escarabajo.

Para los que os animéis a ir a Sanfermines, un último consejo: vestíos como tiene que ser. La ropa blanca y el pañuelico y la faja rojos son indispensables. Todo el mundo va así y el que no, llama la atención. Una de las cosas que más nos gusta es que la gente también va así vestida en sus puestos de trabajo: el farmacéutico, el conductor de autobús y el que trabaja en un laboratorio. Pamplona en Sanfermines solo tiene dos colores: el blanco y el rojo.

Esperamos que nos contéis vuestras experiencias en Sanfermines, con y sin niños.

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