Comer en Cracovia: bueno, bonito y barato

Si tenéis pensado viajar a Cracovia, no vais a tener ningún problema para encontrar información sobre su historia, qué monumentos o museos visitar, qué rutas hacer por la ciudad, cómo moveros en tansporte público… Así que en esta entrada  no os vamos a hablar de nada de eso. (Aunque si queréis saber cuáles son las cosas que más nos han llamado la atención en Polonia, podéis leer esta entrada)
En La Furgoteta nos gusta descubrir sabores nuevos y probar la gastronomía de los lugares que visitamos y por supuesto, en Polonia no íbamos a hacer menos. Cracovia fue la última ciudad en la que estuvimos, después de casi 5 semanas recorriendo el país, así que ya estábamos al tanto de que a los polacos les encantan las sopas, frías y calientes, que los sabores fuertes son la tónica general y que para poder disfrutar de su comida, hay que olvidarse de las dietas. Y muy importante también, deciros que comer bien en Polonia no es caro en absoluto; en este viaje, pocas comidas hemos hecho en la furgoneta.

Menú para tres personas por menos de 6 euros en Polonia

Lo creáis o no, todo lo que véis en la foto costó poco más de 6 euros.

Cuando visitéis Cracovia, no perdáis el tiempo desayunando en el hotel o en la furgo. Tiraos a la calle, pedid un café para llevar (1,50€) y buscad alguno de los 180 puestecitos en los que venden los obwarzanek, una rosquilla típica de la zona, de la que hay constancia en documentos del siglo XIV y que cuesta unos 50 céntimos de euro.

Café y obwarzanek comprados en las calles de Cracovia por 2 euros

Desayuno paseando por las calles de Cracovia: 2€

A media mañana, después de callejear por la ciudad y descubrir mil y un lugares preciosos, la sed aprieta, sobre todo si estamos en verano, así que es un buen momento para sentarse en una terraza a tomarse una cerveza y ver la vida (o los turistas) pasar. Hay cientos de sitios en Cracovia para tomarse algo, pero nosotros lo hicimos en un patio de Kazimierz, el barrio judío que desde hace unos años es el barrio de moda de Cracovia. El patio del Stajnia Pub (Ul. Jozefna 12), es bonito y acogedor a pesar de ser zona de paso de muchos turistas.

Callejón apacible en el barrio judío de Cracovia

Callejón apacible en el barrio judío de Cracovia

¿Lo reconocéis?

Niño recogiendo maletas en un callejón, fotograma de la película La lista de Schindler

Fotograma de la película La lista de Schindler

Se acerca la hora de la comida. A cada paso hay un restaurante o una cafetería donde te ofrecen menús económicos en terrazas interiores pero si el tiempo acompaña, hay que aprovechar algún mercado callejero con bancos y mesas a los que llevarte la comida de los puestos y por qué no, acompañarla de una copa de champagne.

Comida callejera en Cracovia, ¡con copa de Champagne incluida!

Comida callejera en Cracovia, ¡con copa de Champagne incluida!

Y si el tiempo no acompaña, siempre podéis ir al restaurante Polakowski en Ul. Miodowa 39. Rodeados de angelotes y repollos a modo de decoración, podréis comer típica comida polaca en un restaurante de finales del siglo XIX. Turistas y lugareños escogen los platos del self-service, que van desde los típicos pierogi, (pasta rellena parecida a los ravioli), por menos de 3€, tortillas por menos de 1,50€ o un plato de carne empanada por poco más de 2€. Además, si vais con niños tienen trona.

Restaurante Polakowski de Cracovia

La tradición del restaurante Polakowski

¿Y de postre? Pues un helado, por supuesto. En este viaje por Polonia hemos comido más helados que en los anteriores tres veranos juntos. Los helados polacos están buenísimos, saben a helado. Aunque en Cracovia son más caros que en otros lugares (no olvidéis que estamos en una ciudad muy turística y eso se nota en los precios), siguen siendo baratos para los precios que nos encontramos en España y si tenemos en cuenta la relación calidad-precio, pues mucho más.
A nosotros nos encantaron los helados de Lody Argasincy en Ulica Sw. Jana nº 5, una callecita que desemboca en la Plaza del Mercado de Cracovia. Hay que pedir la cantidad que quieres (130 gramos por 1,25 € es el más pequeño ) y puedes escoger los sabores o dejar que la dependienta coja un poquito de cada uno.

Niña comiendo un helado en Cracovia

Podría haberse alimentado solo de helados

Seguimos nuestra ruta gastronómica. Si hay algo que hay que probar, aunque sea una vez en la vida, son los zapiekanki, media barrita de pan cubierta de todo lo que se os pueda ocurrir. Según nos contaron es una comida habitual entre los estudiantes (y los turistas) y en Cracovia un buen sitio para probarla es la Plac Nowy, en el barrio judío. En esta plaza, por las mañanas hay un mercadillo de comida y cosas de segunda mano.

Zapiekanki en la Plac Nowy de Cracovia

Zapiekanki en la Plac Nowy de Cracovia

Ya os habréis dado cuenta de que Kazimierz, el barrio judío de Cracovia es una buena zona para comer y beber. De hecho, si a media tarde os apetece tomaros una copita o un cóctel, en este barrio también tendréis un montón de sitios para escoger y si tenéis suerte a lo mejor podéis asistir a unas clases gratuitas de piano como nos ocurrió a nosotros en el Królicze Oczy en Estery 14, justo en frente de la Plac Nowy.

Clases particulares de piano en el bar Królicze Oczy de Cracovia

Clases particulares de piano en el bar Królicze Oczy

Tened en cuenta que en Polonia cenan temprano como en la mayoría de países de Europa. En Cracovia no tanto como en otras partes del país, pero sigue siendo temprano para un español. No penséis que vais a encontrar algo decente más allá de las 9 o 9.30 de la noche. Así que después de tomarnos la copita en Kazimierz, nos quedamos en la zona y aprovechamos para probar la comida judía. Nosotros fuimos al restaurante Ariel en ul Szeroka 18 con un montón de platos kosher y con música en directo.

Fachada del restaurante judío Ariel, en Cracovia

Probar la comida kosher es más que recomendable

Después de este empacho os aconsejamos que no lo probéis todo en un día; sería una muerte asegurada.
Y vosotros, ¿conocéis alguno de estos sitios u otros que nos queráis recomendar? No olvidéis contarnos vuestras experiencias.
Feliz día a todos.

Niña cubriéndose la cabeza con una guía Lonely Planet de Polonia

Con una buena guía de viaje nos sentimos más protegidos

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