Siempre decimos que no hay que cargar la furgo con demasiadas cosas, que casi cualquier cosa que vayas a necesitar la encontrarás en tu lugar de destino. También estamos convencidos de que para los niños, viajar en una furgoneta es divertido, que sólo con abrir la puerta ya tienen un maravilloso mundo por descubrir. Pero, ¿y qué pasa con ese muñequito preferido del que nunca se separan?, ¿o del cuento para irse a dormir?, ¿y si las condiciones atmosféricas nos obligan a estar dentro de la furgo más tiempo del que es recomendable para estar con el peque? Pues para estos casos, nosotros nos hemos comprado una caja en la que Éire ha metido sus tesoros para el viaje a los Países Bajos.
Y en esta bonita caja, hemos metido dos cuentos, un cuaderno y colores para dibujar, cuatro amigos con los que hacemos obras de teatro, les damos de comer, les acostamos, les bañamos en la piscina… y por supuesto, a Bu, que ya es uno más de la familia, duerme con nosotros y comparte todas nuestras aventuras con y sin furgoneta.
Lo que más me gusta del mundo. Un cuento de Tulabooks
Y vosotros, ¿qué juguetes les lleváis a los peques cuando salís de viaje?
ESCRIBE UN COMENTARIO