Últimamente sois muchos los que nos escribís preguntando cómo es esto de moverse en furgoneta, si lo de viajar con los peques de esta manera es tan fácil como parece y si realmente merece la pena la inversión. Siempre os respondemos que lo primero que tenéis que hacer es probar, no lanzaros a la piscina y compraros una autocaravana o una camper sin tener claro que este tipo de turismo está realmente hecho para vosotros. Y nuestro otro consejo es que aunque os guste, si solo vais a hacer una o dos escapadas furgoneteras al año, ¿para qué gastaros miles y miles de euros en un vehículo que tendréis casi todo el tiempo aparcado en el garaje?
Para hacer esa primera prueba la mejor opción es alquilar el vehículo. Por eso, cuando la empresa de alquiler de autocaravanas Campanda se puso en contacto con nosotros proponiéndonos una colaboración, nos pareció que sería bueno haceros una propuesta de escapada autocaravanista de prueba para perder el miedo.
Alquilar la autocaravana
Lo primero es tener el vehículo vivienda, eso está claro. Salvo que tengáis quien os preste uno, os recomendamos alquilar. Campanda tiene decenas de furgonetas y autocaravanas que se adaptarán a vuestras necesidades y lo mejor de todo es que podréis recogerlas y entregarlas en un montón de ciudades de la Península, desde Madrid, pasando por Valencia, Zaragoza, Almería, Vigo, Bilbao… Trabajan también en otros muchos países, pero siempre ofreciendo un servicio de atención al cliente en español, lo que agradecemos los que tenemos poco don de lenguas.
¿Qué vehículo elegir? Para empezar, lo primero que hay que saber es el número de viajeros, pues eso condiciona totalmente el vehículo a escoger.
De entre los vehículos con el número de plazas que necesitamos, la principal decisión es si queremos furgoneta camper o autocaravana. La furgoneta es más manejable, fácil de conducir y de estacionar. Es más apropiada para viajeros muy inquietos, que cambian mucho de destino, y para aquellos a los que les gustan destinos de montaña y que suelen meterse por caminos. La autocaravana es más voluminosa, pero a cambio tiene más espacio para organizar tus cosas y es más cómoda como vivienda.
Mirad bien las características de los vehículos que os gusten y pensad también en los destinos que os gustan para acertar en la elección.
Qué llevar a bordo
Para un viaje de prueba, el equipaje no es muy diferente al que se lleva en un viaje de otro tipo. Ropa adecuada y los entretenimientos habituales (juegos, material deportivo, libros…). Guías de viaje, GPS, mapas… En fin, lo normal.
El añadido más importante sería el menaje de cocina: cacerolas, sartenes, platos, cubiertos, vasos… Y pasar por el supermercado a hacer una compra antes de salir.
Una ruta por Galicia
Con autocaravana se puede ir a cualquier parte, pero hoy os traemos una ruta furgonetera por Galicia, con lugares cómodos para la pernocta y con paisajes maravillosos que esperamos que os gusten tanto como a nosotros y que hagan que os entre el gusanillo de viajar con la casa a cuestas.
A Galicia vamos siempre que podemos, por la libertad de movimiento que nos ofrece, por su costa y sus bosques, por sus ciudades, por su gente y, sin duda, por su comida. Además, Galicia es conocida por recibir a los furgoneteros y autocaravanistas con los brazos abiertos, así que creemos que es un buen primer destino. La ruta comienza muy cerca de Vigo, donde Campanda tiene una de sus sedes.
Con la autocaravana o furgoneta recién recogida, arranca nuestra ruta gallega:
Castro de Santa Tecla
En la Provincia de Pontevedra, frente al Océano Atlántico se encuentra este poblado, el mejor conservado de Galicia y que data del siglo II a.C., aunque esta es una zona que ya estaba ocupada desde unos 2000 años antes. Se puede pasear entre las viviendas y comprobar que ya en esa época tenían un sistema de canalización de aguas y muros de contención.
Muy cerca del castro está Tui, que también se merece una visita y que además tiene un área gratuita para autocaravanas.
Caracola de Cabo Home
Obra del escultor Lito Portela, esta escultura se encuentra situada en los acantilados de Donón y desde ella se pueden contemplar las Islas Cíes y la Costa de la Vela en todo su esplendor. Caminando una media hora se llega al Facho de Donón, un monte con un poblado castreño desde el que las vistas son aún más espectaculares.
Nuestra última visita a esta zona fue a finales del mes de agosto y dormimos en el aparcamiento sin ningún problema, pero si vosotros preferís un área de autocaravanas, podéis acercaros a la de la Playa de Arneles.
Combarro
Pueblo marinero donde los haya a poco más de 6 km de Pontevedra. Si hay que destacar algo de este lugar son la cantidad de hórreos y cruceros que se pueden ver en el casco histórico, declarado Bien de Interés Cultural. Hay que fijarse en los cruceros para ver que las figuras de la Virgen siempre miran al mar y las de Cristo a tierra.
Para dormir podéis acercaros a las áreas privadas de Playa Pragueira y de Cachadelos una vez pasado Sanxenso.
Cabo de Finisterre
Es uno de los lugares más impactantes que hemos conocido en esta tierra de meigas. Lo mejor, contemplar las puestas de sol sentado al borde de los acantilados y asistir al ritual de los peregrinos, que después de llegar a Santiago todavía se hacen otros 90 km para quemar alguna prenda de ropa que les ha acompañado en el trayecto y un papel en el que escriben un deseo.
Para dormir en esta zona hay un par de opciones: el parking de El Faro que es gratuito y que os va a permitir disfrutar de unas vistas espectaculares del océano Atlántico y el Área de O Campo que es un área privada en la que hay que pagar unos 8 euros por la pernocta y desde la que también hay vistas al mar.
Faro de Cabo Vilán
Este faro fue el primero de España en funcionar con luz eléctrica y se encendió por primera vez en el año 1896. Todavía hoy es el más potente de toda la costa gallega. Muy cerca está el pueblo de Camariñas en cuyo aparcamiento del puerto deportivo se puede pernoctar.
Islas Sisargas
Un lugar peculiar. No podemos describirlo de otra manera. El paisaje es inhóspito, pelado, con helechos y rocas cubiertas de líquenes anaranjados. Y con miles de gaviotas que anidan a ambos lados del sendero que recorre la isla. Si el día acompaña, después de visitar el faro y las ruinas, uno se puede sentar en la playa a disfrutar de las vistas mientras espera el barco que le llevará de vuelta a Malpica.
La pernocta podéis hacerla en el área municipal de Caión.
Castillo de Pambre
Esta fortaleza construida en la segunda mitad del siglo XIV es una de las que mejor se conserva en Galicia. Con su foso y sus torres, este castillo medieval llegó a tener un ejército formado por más de 3000 hombres y fue de los pocos que se mantuvo en pie tras la Revuelta Irmandiña.
En Palas de Rei se puede pernoctar en el área que han acondicionado tras el albergue de peregrinos.
Abadía de Samos
Lo más espectacular es el entorno en el que se encuentra esta abadía: bosques de robles, pequeños pueblos escondidos, paseos a orillas del río… Todo es paz y tranquilidad en esta zona en la que los peregrinos a los que ya les queda poco para llegar a Santiago tienden su ropa en las calles y se sientan a descansar.
A pocos kilómetros se encuentra el pueblo de Sarria en el que junto a las piscinas hay un área gratuita para autocaravanas.
Pozo da Ferida
Muy cerca de Viveiro, provincia de Lugo, una cascada natural de unos 30 metros, cae sobre un pozo. La bajada hasta el pozo es por un camino un tanto complicado pero merece mucho la pena. Cuenta la leyenda que el color del agua, parecido al del estiércol, se debe a que una anciana que cargaba en su espalda un feixe (manojo grande) de mulime (plantas que se usaban para cubrir el suelo de los establos y así mantener secos a los animales a la vez que se formaba el estiércol), se cayó al pozo y nunca más se pudo levantar.
Para dormir os podéis acercar al área municipal de San Cibrao, inaugurada en febrero de 2015, gratuita y con vistas al mar.
Paseo de los Enamorados
No es la primera vez que os hablamos de este paseo muy ligado a la fábrica de cerámica de Sargadelos, y es que caminar tranquilamente entre árboles centenarios, escuchando el murmullo del río Xunco es un auténtico lujo.
Después de este paseo y de visitar la fábrica de Sargadelos, una buena opción para pasar la noche es el área municipal de Burela, muy cerca del centro del pueblo.
Y hasta aquí nuestra propuesta gallega para ser autocaravanista con Campanda. ¿Os animaríais a probar esto del autocaravanismo en una ruta así? Esperamos que sí, que le quitéis el miedo a moveros con la casa a cuestas y que luego nos contéis la experiencia.
Vuestra guía esta para leer y leer y pedir más.. 🙂
Lugares preciosos y sin duda que no se debería dejar de visitar. Buen trabajo
Muy buen articulo