Cuando me quedé embarazada de Éire nuestro inconfesable pasatiempo durante las salidas con la furgoneta era cotillear lo que otras familias llevaban cuando iban con niños y cómo se organizaban. Algunas cosas nos entusiasmaban y otras no tanto. Pero hubo tres inventos que reconocimos como indispensables: un carrito de bebé, una bañera plegable y un robot de cocina. Ya me veía yo subiendo la duna de Pilat con el cochecito en modo carrito chino, a la niña dándose un baño de burbujas con el Matterhorn de fondo y al padre de la criatura preparando un guiso digno de una estrella Michelín.
En nuestra primera salida larga con Éire nos fuimos un par de semanas a recorrer el País Vasco. Ahí nos dimos de bruces con la cruda realidad. El carrito nos ocupaba casi todo el maletero y parte de la bandeja. Además tuvimos la mala suerte de que en todo el tiempo no paró de llover. Saca carro, mete carro, quita plástico, pon plástico, sube escaleras, baja escaleras, y a eso se le sumaba que en muchos bares y restaurantes el carrito no cabía. Aquello no era para nosotros.
La siguiente cura de humildad vino con la bañera. La primera vez tardamos casi tres horas en poder bañar a Éire, cogiendo agua de una fuente, calentando ollas… ahora lo pienso y no entiendo cómo pudimos siquiera intentarlo. Pero eso no quiere decir que no la hayamos usado. Cuando pernoctamos en casa de algún amigo que no tiene niños y por tanto, carece de infraestructura infantil, nos resulta muy útil.
Por último, el robot de cocina, no hemos llegado a usarlo nunca en la furgo, aunque sabemos de gente que lo usa y le va fenomenal. Éire cumplía los 6 meses (edad en la que los pediatras recomiendan introducir la alimentación complementaria) en el mes de agosto, así que para que no nos coincidiera este cambio de etapa en medio de algún castillo del Loira, nos fuimos de vacaciones en julio. Una vez introducidos los sólidos, el robot tampoco nos resultó útil en los viajes. Necesitamos una toma de corriente de gran potencia y nosotros no solemos utilizar los camping muy a menudo. Sin la furgoneta enchufada a corriente alterna, el robot nos saltaría lso fusibles. Las comidas de Éire las solucionamos llevándola preparada de casa envasada al vacío, utilizando tarritos de farmacia o supermercado y cocinándola en la misma furgo junto con la nuestra. Y con el robot nos pasa como con la bañera, aunque al final en los viajes no nos ha sido útil, en casa lo hemos usado muchísimo y todavía la usamos de vez en cuando.
Y vosotros, ¿os comprasteis algo que parecía que os iba a facilitar la vida y al final no resultó así?
Holas!
El mayor despropósito que yo adquirí por suerte no fue nada demasiado caro… se trata de la sombrilla para el carro. Muy coqueta, pero indiscutiblemente un trasto. Sólo sirve para estorbar, y además es hasta «peligrosa»: a nuestra nena le daba por chuparla, y alguna vez se pellizcó la lengua con el muelle de la barra.
😛
Respecto a bañar a la peque en los viajes, normalmente íbamos de hotel, y de bebé la bañaba en el lavabo de la habitación previamente cubierto con una toalla.
– MARIA MERCEDES –
(AVILES)
Buenos días María. A mi la sombrilla del carrito también me traía por la calle de la amargura, pero puede que sea porque yo soy un poco torpe y nunca sé colocarla bien. Pero también es verdad que la sombrilla de nuestro carrito tampoco es precisamente útil.
En cuanto al tema del baño, si vamos de hotel hacemos como tú, o en el lavabo o ahora que ya es algo mayor la metemos en la ducha y un remojón rápido. En la furgo lo hemos solucionado de otra manera, pero eso ya lo contaremos en otro post 😉
Un abrazo.
Hola soy Emilio, del blog Todo sobre la Vw T3, os leo y cada dia me gusta mas, será por que yo también tengo un enano de 1 añito.
Sobre los inventos y trastos, pues nosotros descartamos llevarnos el completo carro de mi hijo Emilio y la cambiamos por una sillita de 50 euros totalmente plegable y que por la noche entraba justo debajo del banco-cama. Adiós al trajín de cada noche con aquel carro enorme.
Este año compramos una bañerita hinchable de 3 euros y ha sido el trasto ideal para el baño antes de dormir.. que dinero mas bien invertido!!.
La batidora, el calienta-bibis, etc, bien se podían haber quedar en casita en vez de ocupar sitio en los armarios..
seguir asi!!
Gracias Emilio! A veces nosotros mismos nos complicamos y cuando te paras a pensar te das cuenta de que todo es mucho más sencillo. Y ya sabes que en una furgo, menos es más. Un abrazo familia.
Hola! Acabo de caer en este blog por culpa de mi marido, fanático de las furgos en general y las campers en particular.
Tenemos una nena que cumplirá siete meses la semana que viene y aunque aún no hemos hecho noche con ella en la furgo, todo se andará.
El carrito la verdad es que es un trasto, nosotros lo que usamos es una mochila, el porteo además de ser más cómodo respecto al espacio es lo que más le gusta a nuestra hija, a veces lo que llevamos son las ruedas del carro y la movemos con el grupo 0, cuando sea más grande pues ya veremos que hacemos 🙂
Respecto a la alimentación nosotros hemos optado por el BLW, es lo más cómodo y a nuestro parecer lo que mas se complementa con la lactancia materna, elimina todo el rollo de tener que preparar comida aparte para el bebe, Alba come lo mismo que nosotros y ya está, sin papillas ni purés. En este mes escaso que llevamos con la AC ya ha probado pan, espaguetis, tomate, aguacate, brocoli, zanahoria, pollo, plátano, naranja, manzana, pera y más cosas que ya ni recuerdo. Es comodísimo! Solo hay que ir introduciendo los alimentos uno a uno dejando un tiempo prudencial entre ellos y ya esta! Como la base de la alimentación hasta el año sigue siendo la teta está bien alimentada.
Hola Eva. Tienes toda la razón, tu hija está muy bien alimentada. Y el BLW es mucho más sano y más cómodo para todos.
Os animamos a disfrutar de la AC y la peque. Son experiencias inolvidables.
Muchísimas gracias por vuestro comentario y un abrazo muy fuerte.