Quien dijo que viajando en furgo no podíamos disfrutar de un buen café se equivocaba de cabo a rabo. Y para los que tenemos una adicción que roza la obsesión o al revés, esto nos alegra las mañanas, las tardes y si no tienes problemas de insomnio, también las noches.
Una cafetera eléctrica sería la opción más cómoda, pero las que hemos visto por ahí son demasiado grandes para el espacio del que disponemos, necesitan demasiada potencia para las baterías de la furgo y el precio es más que excesivo. Algunas opciones son esta, esta que es algo más barata, pero que sigue teniendo el problema del tamaño (el tamaño sí importa, señores, y el que diga lo contrario miente), o esta que tiene un precio medio. Impresionante nos ha parecido la Handpresso, que tiene el tamaño de una bomba para hinchar las ruedas de las bicicletas y que funciona con cápsulas. Pero nosotros somos más rústicos y nos quedamos con nuestra cafetera italiana tamaño «jugar a las cocinitas» y para darle emoción, con este batidor de leche de Ikea.
¡Que tengáis un buen fin de semana!
Al final, lo de siempre a veces es lo mejor.
Os he dejado un premio en mi blog http://mamiperiodista.blogspot.com.es/2013/12/one-lovely-blog-award.html
No tenéis por qué contestar porque no es el estilo de vuestro blog, pero así lo sabéis. ¡Buena semana!
¡Muchísimas gracias! Estamos encantados. Y por supuesto que a lo largo de la semana haremos una entrada en la que hablemos del premio. Gracias, gracias, gracias.
Pero que buena pinta!! 😉
Muchas gracias por el post. Una información muy interesante.
Saludos! 🙂