Como ya os hemos contado aquí, en el mes de septiembre estuvimos en Holanda con la furgo y una parada imprescindible fue Amsterdam. Somos tres así que hicimos tres visitas importantes, además de pasear por la ciudad. Heber escogió ir al Museo Van Gogh, María a la Casa de Ana Frank y a Éire le tocó conformarse con ir a TunFun. Dentro de unos años ella podrá decirnos a dónde quiere ir realmente.
TunFun es un antiguo garaje subterráneo que han rehabilitado y convertido en un enorme espacio lleno de juegos para niños entre uno y doce años. La entrada cuesta 8,50 euros y los adultos no pagan. Abre a las 10.00 h y cierra a las 18.00 h, aunque a partir de las 17.00 h ya no se puede pasar.
Cuando cruzas la puerta y entras en el recinto, un tanto oscuro, no te imaginas lo que vas a encontrarte al otro lado. Solo los gritos y risas de decenas de niños te indican que allí abajo hay algo muy, muy divertido. Y efectivamente, aquello es impresionante. Hay de todo, cancha de fútbol, castillo hinchable, piezas gigantes para construir, rocódromo, toboganes, redes, columpios, camas elásticas…
La zona de cafetería no defrauda. Hay muchísimas mesas y la variedad de productos es enorme, desde hamburguesas a fruta, pasando por zumos naturales y cafés. Y los precios, sorprendentemente, no son elevados.
Es un recinto ideal para celebrar cumpleaños y lo tienen muy bien montado. O usan las mesas que veis en las fotos o utilizan unas carretas en las que ponen el nombre del cumpleañero.
Para los niños más chiquitines hay una zona más apartada, con piscina de bolas, muñequitos y toboganes pequeñitos y como no podía ser de otra manera, cambiador y tronas. Y para los papás, además de la cafetería, hay sofás, resvistas y wifi gratuito.
Eso sí, no esperéis que esté limpísimo, pues no deja de ser un viejo garaje reconvertido, así que llevad calcetines de repuesto, quitaos los zapatos…
…y a disfrutar.
¡Feliz miércoles!
Que sitio tan genial! Seguro que lo pasasteis pipa, por cierto me encanta la ultima foto!! ;))
Feliz día!
Pues sí. Nos lo pasamos pipa. Y eso que Éire aún es un poco pequeña y la mayoría de las cosas no las pudo probar. Con niños de cuatro años para arriba tiene que ser la bomba.
Y la última foto pues era para enseñaros que no nos habíamos cortado un pelo y habíamos vuelto a la infancia. 😉
Las de los toboganes son geniales. Parece un lugar divertidísimo, yo me lo pasaría bomba.
Estamos seguros de que os lo pasaríais genial. Fue realmente divertido. Un abrazo.